Es interesante ver las reacciones sobre el tema del ladrón de la Combi en Ciudad de México.
Una parte de mi se deleitó al igual que muchas otras personas de ver como este ladrón recibía su merecido de manos de unos pasajeros convertidos en justicieros improvisados. Pero otra parte de mi pensó que llegó un punto en que ya no era necesaria más violencia.
Me queda como reflexión y me pregunto si muchos de los que vitorearon la violencia en este acto de justicia por mano propia son los mismos que se quejaron por la violencia en las marchas en contra del Feminicidio donde se terminaron grafitteando monumentos.
También me pregunto si los que vitorearon la violencia en este acto de justicia por mano propia son los mismos que se quejaron por la excesiva violencia de los policias norteamericanos al arrestar presuntos criminales.
Quizá la diferencia para mi es que las mujeres víctimas del feminicidio y las minorías raciales que son abusadas injustamente por la policía merecen más empatia que un ladrón de Combis. La otra diferencia que veo es que los mémes del ladrón de combi están divertidos.





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