No hay plazo que no se cumpla y hemos llegado a Perú.
En Septiembre, tenemos temporada baja en mi rancho Puerto Vallarta. Y es por eso que aprovecho a veces para vacacionar. Ésta vez había planeado viajar a Buenos Aires. Pero al buscar vuelos económicos, todo me apuntaba a Lima, Perú. Así que me dije a mi mismo: “Mi mismo, por qué no de paso exploramos Perú.
Al saber de mi viaje a Perú, mi madre me quiso acompañar al viaje. Le expliqué que era un viaje cansado relámpago y que me malpasaría con tal de explorar Machu Picchu. Ella me dijo que era su sueño ir y quizá era su oportunidad última. Entonces me movió el corazón de pollo y decidí ayudarla a que se me uniera al viaje. El viaje de ella estuvo en peligro al saber de la salud deteriorada de mi abuela. Se los conté en el blog pasado. Pero aún así se decidió a seguir adelante.
Trás una breve escala en Chilangolandia, viajamos por la noche para llegar a la ciudad de Lima, Limón. En Lima sólo estariamos un par de horas, pero aprovechamos para conocer el centro de la ciudad, comprar algunos llaveritos, entrar al museo de Chocolate y probar su deliciosa comida.

En un restaurante llamado Gordon Blue desayunamos lo siguiente:
Caldo de Gallina (Caldo con pieza de pollo, huevo cocido, fideos, cebollín y maiz tipo calcha)
Chimbotano (Filete de pescado con papas sancochadas y zarza criolla)
Y de postre, chocolates con Hoja de Coca.

Posteriormente, tomamos un avión para volar a Cuzco, una de las ciudades a mayor altitud del mundo con más de 3400 metros de altitud. Dicen que los aviones a llegar a Cuzco siempre tienen turbulencias y ésta no fué la excepción pero lo logramos.

En Perú, nos hospedamos cerca de La Plaza de Armas en un Airbnb chidísimo llamado Cabin & Garden que entre otras cosas, tenía Alpacas. Las cabañitas tipo Glamp super cómodas, nos encantó.


Recorrimos por la noche las calles angostas y bonitas de Cuzco que nos recordaron un poco a Creel, San Sebastian o San Cristobal en México. La plaza de armas de Cuzco está construida directamente sobre la plaza Hauk’aypata de los Incas. Fué el centro de convergencia de los cuatro caminos o Quapaq Ñan. Y son los 4 caminos que se dirigen a practicamente a todas las regiones conocidas por ellos (Ahora Chile, Bolivia, Brazil y la región noroeste de Perú hacia Lima)



En mi siguiente chocoaventura les platicaremos como fué nuestro viaje desde Cuzco a Machu Picchú.




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