¿Amigous?

Ayer me enteré de algo que me movió un poco el tapete y me hizo recordar que a veces uno ahí va por la vida asumiendo que los demás son amigos cuando sería un poco más fácil tu vida, y te ahorrarías menos apachurramientos de corazón si solamente recordaras que no puedes dar por sentado que la gente es tu “amigou“. Para empezar con este tema, les dejaré integramente la opinión del periodista Jorge Durand sobre lo que ha estado pasando con las declaraciones del Presidente que también es Gatorade de Naranja: Donald Trump.

En una conferencia de prensa una periodista brasileña le preguntó al presidente Trump qué opinaba de Brasil y Latinoamérica y éste no entendió lo que decía, pues su inglés no era perfecto y empezó a burlarse de ella. Finalmente, volvió a preguntar y la respuesta de Trump también fue despectiva, que Estados Unidos no necesitaba nada de América Latina, más bien que es al revés, ellos nos necesitan.

De otra manera, o de la misma manera, pensaba Jefferson cuando dijo: América tiene un hemisferio para sí misma, asunto que se definiría, tiempo después, con lo que se conoce como la Doctrina Monroe (1850), que especifica la política exterior de Estados Unidos sobre América Latina, como su patio trasero y que no admitiría intentos colonialistas extranjeros, dígase europeos.

Claro está, que hasta hoy los franceses tienen Guyana y otras islas, al igual que los holandeses, los británicos y los mismos gringos que, además de islas, tienen su protectorado en Puerto Rico y su colonia carcelaria en Guantánamo, Cuba.

Digo gringos, porque ya basta de decir americanos, reafirmando su prepotencia hemisférica; tampoco podemos decirles estadunidenses, porque también somos Estados Unidos Mexicanos, y menos aún norteamericanos, porque también lo somos, al igual que Canadá que tendría más derechos geopolíticos.

Si Trump le cambia el nombre, por sus pistolas, al Golfo de México, bien podríamos cambiarle el nombre al vecino y empezar a llamarlo gringos o de otro modo: los USA o los USAdos o los Unites, por ejemplo, pero ya no americanos ni norteamericanos.

Si algo tiene claro México es que no es amigo de sus vecinos gringos y, para recordarlo, tenemos nada menos que un museo de las intervenciones. Esa conciencia se nota en Claudia Sheinbaum, que se envuelve en la bandera cuando habla de soberanía y responde a las amenazas de Trump. Puede que sea exagerado, pero marca una diferencia muy clara con Canadá, que no deja de referirse a sus vecinos como amigos entrañables, socios o aliados. La gran diferencia con Canadá es que nunca de los nuncas Trump va a pretender anexarse una parte de México.

Artículo completo: https://www.jornada.com.mx/2025/02/23/politica/003n1pol

Bueno, y el tema de este artículo que me intereso mucho es como muchos mexicanos andamos por ahí llamando “amigous” a los gringos cuando ciertamente no lo son, me incluyo. Si bien, yo si tengo amigos“gringos” que si son amigos, y he conocido muchos estadounidenses durante mi trabajo que podrían claramente convertirse en amigos, hay otras personas que nunca lo serán, y que no debemos agüitarnos si nos hacen algo que no es de amigos.

Ayer me enteré de un evento muy chido al que no fuí invitado por ciertas personas. El amigo que me soltó la sopa, trató de suavizármelo diciendo que había sido un evento muy pequeño y por las características del evento, pues se había tenido que invitar a poca gente. Y pues con todo lo que uno termina viendo “por accidente” en las historias de Whatsapp, Facebook e Instagram, pues parece que “todo mundo” fué a este evento pequeño, incluyendo gente que honestamente ni son tan allegados a estas personas. También fueron extranjeros que estaban aquí de paso.

Y pues yo con mi corazón de pollo que tengo, pues en un principio me agüite un poco. Mi parte racional me decía que no me agüitara, que quizá se les había pasado invitarme y que de cualquier manera yo quizá ni hubiera podido ir (sshhh, si podía ir) Hace tiempo, a estas personas yo las consideraba amigos, no tan cercanos, pero amigos. Pero analizando bien las cosas, me puse a pensar que ya había un historial de cosas a las que me excluían, no me invitaban o que yo los invitaba y no acudían sin decir ni pío.

Y como este año, es mi año de Yoga, y danza con fuego, hay que limpiar los chakras y dejar todo fluir. Creo que para mi es importante haberlo sacarlo de alguna manera, (con este blog) para reconocer que si me agüité. No me interesa crear chisme pero si sacarlo. Reconozco que si me hubiera gustado ir, pero pues no paso, quien sabe porqué y todo debe fluir. Incluso quizá fué mejor no ir. Al evento fué mi ex, que aunque me llevo bien con ella, igual era bueno no haber ido. Además aproveché el tiempo para enseñarle tango a gente nueva y para divertirme un rato en La Catrina Cantina bailando.

Al igual que la Sheinbaum aprendió con Donald Trump y nuestros vecinos MAGA’s, hay que aprender a reconocer cuando los “amigos” son sólo conocidos, y así nuestra vida será más fácil y nos lastimarán menos. ¡Ahora a seguir bailando!

Leave a comment

Up ↑