Esta noche ocurrió un fenómeno que según leí en la prensa es conocido como aeroavalancha. En medio de una fuerte tormenta eléctrica con descargas verdes y azules, fuertes corrientes de aire caliente se formaron subiendo en espiral y derribando postes y árboles a su alrededor.
Yo me encontraba caminando por la avenida y la tormenta me obligó a buscar refugio en casa de mis padres. Me puse a ver un viejo capítulo de “Heroes” y ni cuenta de lo que pasaba afuera. Mientras yo reía con Hiro Nakamura, un árbol cayó y casi aplasta la camioneta roja de mi familia. Y yo ni en cuenta.
Que bueno que la camioneta es milagrosa y esquivó con singular indiferencia las ramas del árbol caido.
Ahora ya estoy en casa y al igual que medio Vallarta, disfruto del apagón colectivo. Y aquí seguiremos mientras dure la pila.
Bon nuit!